Navarrabiomed y Adacen presentan a la Comisión de Salud del Parlamento, una hoja de ruta para la atención al ictus

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Navarrabiomed y Adacen presentan a la Comisión de Salud del Parlamento, una hoja de ruta para la atención al ictus

  • Ambas entidades han colaborado para desarrollar una hoja de ruta de atención a esta enfermedad dirigida a las autoridades sanitarias y responsables políticos europeos, que se enmarca dentro del proyecto europeo ICTUSNET, alineado con el Plan de Acción Europeo para mejorar la atención del ictus.


Reducir la incidencia del ictus y la probabilidad de que surjan discapacidades de larga duración, es una necesidad importante en Europa y una cuestión urgente que hay que abordar y para lograrlo es imprescindible el trabajo conjunto de todas las partes implicadas. Así lo han manifestado a la Comisión de Salud del Parlamento de Navarra María Herrera Isasi, neuróloga de la Unidad de Ictus del Hospital Universitario de Navarra (HUN) y coordinadora del proyecto ICTUSnet en Navarra desde Navarrabiomed, y José Luis Herrera Zubeldía y Andrés Ilundáin Esquíroz, Presidente y Director de la Asociación de Daño Cerebral de Navarra (ADACEN). Ambos han explicado que es preciso generar en nuestra Comunidad una estrategia propia para mejorar el abordaje del ictus y que dicha estrategia se contemple en el futuro Plan de Salud de Navarra que, en su opinión, debería considerar esta dolencia de forma autónoma y diferenciada.


El ictus es la primera causa de muerte en mujeres y la segunda en hombres en España y provoca cinco veces más muertes que las causadas por cáncer de mama y de próstata. En Europa, 780.000 personas sufren cada año un ictus, provocando algún tipo de discapacidad a cerca de 500.000. De hecho, el ictus es la primera causa de discapacidad a escala mundial. Según el Estudio Ictus recogido en el Plan de actuación en Europa 2018-2030 de la European Stroke Organisation (ESO) y la Stroke Alliance For Europe (SAFE), si no se toman medidas para una mejora en la prevención y unos hábitos de vida más saludables, los casos de ictus habrán aumentado un 34% en 2030, debido al envejecimiento de la población, la mala alimentación, el estrés o el sedentarismo. Ello supondrá un coste de 75 mil millones de euros para el conjunto de países europeos (incluyendo coses para el sistema de salud, los cuidados informales, la atención sociosanitaria y las pérdidas de productividad).
 

Las recomendaciones de la Hoja de Ruta
 
La hoja de ruta reconoce diez necesidades y 37 recomendaciones de actuación. La primera de las necesidades establece que “el ictus debe ser una prioridad sanitaria y necesita la implicación de los gobiernos y el consenso europeo”. Para ello, afirma el documento, es necesario invertir más recursos y desarrollar medias conjuntas en base al Plan Europeo sobre el Ictus.

En segundo lugar se demanda una estrategia integrada de organización y colaboración que abarque toda la cadena asistencial, fomentando la cooperación entre los grupos interesados incluidos los representantes de la salud pública, la gestión sanitaria, las urgencias, la atención primaria, la atención especializada y los servicios sociales, así como las asociaciones de pacientes. Incorporar la perspectiva de los pacientes en la evaluación de resultados resulta esencial para mejorar su calidad de vida, por lo que se necesita un modelo de atención centrado en la persona, que se base en decisiones clínicas compartidas y en una comunicación efectiva.


A continuación la hoja de ruta indica que “el ictus presenta distintos factores de riesgo, por lo que se puede prevenir”, estableciendo una serie de recomendaciones preventivas que deberían transmitirse a la población.
Esta enfermedad es tiempo-dependiente: cuanto más pronto sea su atención, mejor es el pronóstico para la persona afectada.Por lo tanto es importantísimo “ampliar el conocimiento de la población sobre sus síntomas y mejorar las vías de emergencia contando con un equipo regional multidisciplinar de código de ictus”, entre otras medidas que también se señalan en el documento. 


El sexto punto señala que “el ictus exige una atención continua e integrada y un proceso de rehabilitación: la discapacidad puede reducirse”. Para ello, destacan, hay que introducir algunas mejoras en el Plan Regional de Ictus con el fin de mejorar la rehabilitación y garantizar una atención continua e integrada a lo largo de todo el itinerario,  involucrando a pacientes y personas cuidadoras a través de las asociaciones de pacientes y organizaciones de apoyo al ictus. Es necesario contar con una sección específica en este Plan Regional que aborde la vida después de ictus y sirva para cubrir las necesidades sanitarias y sociales específicas que presentan estos pacientes a largo plazo. Para mejorar la atención de estos pacientes, resulta esencial la recogida sistemática y estandarizada de los datos que genera el ictus a lo largo de todo el proceso. Deberíamos mantener infraestructuras de datos que apoyen el enfoque sistemático y la evaluación de la atención y que puedan ser compartidas con otros registros de ictus. 


Finalmente, el décimo punto de la hoja de ruta establece que el ictus necesita innovación e investigación en su gestión y atención, por lo que es conveniente habilitar la transformación digital, innovar en la atención y la comunicación y fomentar la investigación sobre la atención basada en la experiencia de los pacientes. 
La comparecencia ha finalizado con la intervención de Andrés Ilundáin Esquiroz, que ha instado a los y las componentes de la comisión de salud que trasladen esta información al resto del Parlamento puesto que el impacto que tiene el ictus en nuestra sociedad como carga social y económica justifica que se cree una estrategia de atención al ictus, contemplándolo como entidad propia y diferenciada en el próximo Plan de Salud de Navarra.
 

El proyecto ICTUSnet
 
ICTUSnet es un proyecto financiado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) a través del Programa Interreg Sudoe llevado a cabo por un consorcio de regiones del suroeste de Europa (norte de Portugal, Cataluña, Aragón, Baleares, Occitania francesa y Navarra). Navarrabiomed es la representante de nuestra Comunidad en este proyecto que, entre 2018 y 2021, ha permitido compartir conocimientos y estrategias de atención integrada al ictus, así como desarrollar herramientas innovadoras para la gestión de la información clínica y registros del ictus. Este proyecto pretende hacer recomendaciones tanto a las autoridades sanitarias regionales y nacionales, como a las instituciones europeas, para estimular la adopción de nuevas estrategias o la renovación de las existentes, teniendo en cuenta toda la información y la experiencia desarrollada.
 

 

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