Actividad física infanto-juvenil

Efecto de la actividad física y el ejercicio físico sobre la salud física y mental de los jóvenes aparentemente sanos o con patologías.
Antonio García-Hermoso coordina un editorial sobre la actividad física en el entorno escolar y su impacto en la población infanto-juvenil

- La publicación, difundida por el grupo Springer Nature, se dirige a entornos académicos y de investigación, así como a la Administración pública
“Promotion of Physical Activity and Health in the School Setting” constituye el primer volumen dedicado exclusivamente a la actividad física en el entorno escolar. El monográfico, publicado por el grupo Springer Nature (formato papel y electrónico en inglés), ha sido coordinado por el responsable de la Unidad de Investigación en Actividad física-infanto juvenil Antonio García-Hermoso y reúne los últimos estudios sobre actividad física y salud en centros escolares, gracias a la aportación de 40 investigadores e investigadoras de 12 países.
El libro se organiza en tres grandes bloques, con un total de 16 capítulos que ponen en valor la importancia de la actividad regular en preescolares, niños y adolescentes para prevenir problemas de salud pública como la obesidad infantil y la inactividad física. Dado que los niños y niñas pasan gran parte de su tiempo en la escuela, este entorno se considera idóneo para ofrecer educación física de calidad y promover un día escolar activo.
En concreto, este monográfico analiza cómo el entorno escolar puede desarrollar, implementar y evaluar estrategias para fomentar la actividad física y reducir el sedentarismo en diferentes etapas educativas. Además, detalla cómo implementar y evaluar políticas escolares exitosas para crear una cultura de actividad física que promueva hábitos saludables y reduzca el riesgo de enfermedades crónicas.
“La publicación está orientada no solo al ámbito académico y de investigación, sino también a los organismos e instituciones gubernamentales responsables de desarrollar políticas de salud pública enfocadas en promover la actividad física y el deporte entre los jóvenes. El objetivo es mejorar la salud y el bienestar de las nuevas generaciones, favoreciendo su desarrollo integral y fomentando hábitos saludables desde edades tempranas”, señala Antonio García-Hermoso.
Investigadores de la UPNA y Navarrabiomed constatan los efectos negativos del confinamiento en preescolares de 4 a 6 años

- En el estudio, publicado recientemente, analizan la repercusión en la calidad del sueño, nivel de actividad física, comportamiento sedentario y autorregulación
El estudio “Actividad física, comportamiento sedentario, calidad de sueño y autorregulación en preescolares españoles”, realizado por investigadores de la Universidad Pública de Navarra y Navarrabiomed, ha constatado que “el impacto del confinamiento hogareño derivado de la COVID-19 hizo que los niños y niñas en edad preescolar (4-6 años) aumentasen las conductas antisociales, de ansiedad e incluso las relacionadas con depresión”. Estos resultados se asociaron con una disminución importante de la actividad física, un aumento del sedentarismo y un empeoramiento de la calidad del sueño.
Este trabajo, publicado en “International Journal of Environmental Research and Public Health”, contó con la participación, entre marzo y abril de 2020 de 268 preescolares, niños y niñas de edades comprendidas entre los 4 y 6 años, y sus correspondientes padres y madres, pertenecientes a 3 centros escolares de Pamplona. Los niveles de actividad física y calidad de sueño se obtuvieron de manera directa a través de un acelerómetro que los participantes llevaban en su muñeca durante seis días.
Según los autores, “nuestros hallazgos proporcionan evidencia del efecto negativo del confinamiento sobre la cantidad de actividad física, el comportamiento sedentario, la calidad del sueño y la autorregulación”. En concreto, la actividad física diaria disminuyó 43,3 minutos; las conductas sedentarias aumentaron 50,2 minutos; y la calidad del sueño se redujo un 2,09%. El periodo de confinamiento también aumentó de manera negativa las conductas antisociales, de ansiedad y las relacionadas con la depresión. En ese sentido, el estudio mostró que durante el confinamiento los preescolares tuvieron un aumento en los problemas de internalización y externalización. “En estas edades, los problemas de comportamiento y emocionales, pueden potencialmente desencadenar problemas de internalización (es decir, conductas de tipo antisocial) o externalización (es decir, conductas relacionadas con la ansiedad o la depresión)”. Los preescolares que durante el confinamiento cumplieron con las recomendaciones mínimas de actividad física establecidas por la Organización Mundial de la Salud (180 minutos al día de actividad física de los cuales 60 minutos deberían ser de intensidad moderada o vigorosa) mostraron menos conductas de tipo antisocial.
Limitaciones encontradas
Este estudio, según explican los autores, es el primero que examina el efecto del confinamiento domiciliario de COVID-19 sobre los niveles de actividad física y sueño en niños en edad preescolar de manera directa y objetiva con el uso de acelerómetros, en lugar de utilizar encuestas y entrevistas personales. En cualquier caso, también señalan algunas limitaciones a la hora de analizar los resultados. En primer lugar, la posibilidad de que los cambios en el comportamiento se produjeran en la primera semana del confinamiento, cuando se vivieron las mayores alteraciones en el día a día y las familias estaban aún adaptándose a la nueva situación. “Dado que el confinamiento duró varias semanas, es posible que los niños y niñas en edad preescolar volvieran posteriormente a la normalidad, incluyendo su rutina de sueño y de actividad física”. En segundo lugar, el número reducido de niños a los que se les pudo medir con los acelerómetros y el corto espacio de tiempo de rastreo supuso también una limitación importante. Por último, habría que considerar que los menores, en cuanto a su estilo de vida, dependen de las decisiones de sus padres, y que el entorno geográfico/urbano podría también haber afectado a la actividad física y a los patrones de sueño en esos primeros años de vida”.
Los autores del artículo son Alicia M. Alonso-Martínez, Robinson Ramírez-Vélez, Yesenia García-Alonso, Mikel Izquierdo (Investigadores del Grupo de Ejercicio Físico, Salud y Calidad de Vida (E-FIT) de la UPNA y Navarrabiomed), y Antonio García-Hermoso (Investigador principal de la Unidad de Actividad física infanto-juvenil del Navarrabiomed). El estudio se enmarca en los trabajos del Observatorio de Actividad Física en menores de 3 a 6 años de la Comunidad Foral de Navarra. Este observatorio es un proyecto de investigación financiado por el Departamento de Educación del Gobierno de Navarra y en el que participan investigadores del grupo Ejercicio Físico, Salud y Calidad de vida (E-FIT) de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) y del Centro de Investigación Biomédica Navarrabiomed.
Un estudio de UPNA y Navarrabiomed incide en que el aumento de la intensidad y calidad de las clases de educación física mejora la salud de los escolares

- La revista de la Asociación Médica Estadounidense de Pediatría publica los resultados de esta investigación.
Un grupo de investigadores del Navarrabiomed y del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) especialistas en la prescripción de ejercicio físico para la mejora de la salud y la calidad de vida, son autores de un trabajo sobre los efectos de aumentar la calidad o la cantidad de las clases de Educación Física en la mejora de la condición física relacionada con la salud y las habilidades motrices básicas en la población joven (de 3 a 18 años). El artículo acaba de ser publicado en la revista JAMA Pediatrics (Journal of the American Medical Association).
Este estudio analizó datos de aproximadamente 50.000 jóvenes, concluyendo que las estrategias de tipo cualitativo, por ejemplo, incluir juegos y actividades con un alto componente cardiovascular y muscular o con una mejor planificación metodológica de las sesiones, podría producir beneficios saludables respecto a la condición física y las habilidades motrices básicas de los escolares.
Además de Antonio García-Hermoso, Robinson Ramirez-Vélez, Alicia Mª Alonso-Martínez y Mikel Izquierdo Redín (pertenecientes a Navarrabiomed, Idisna y UPNA), firman también el trabajo Miguel Ángel Pérez-Sousa (Universidad de Huelva) y Rodrigo Ramírez-Campillo (Universidad de Los Lagos. Osorno, Chile).
Necesidad de ejercicio para mejorar la condición física
Los investigadores de este estudio también señalan que incrementar las horas destinadas al ejercicio o las sesiones semanales de Educación Física en horario lectivo no es siempre posible y sugieren que se mejore la eficiencia del tiempo destinado a ello (a través de estrategias como el entrenamiento de intervalos de alta intensidad HIIT, fuerza muscular, saltos o circuitos). No obstante, los autores subrayan que, pese a las mejoras que suponen este tipo de estrategias en horario lectivo, los jóvenes requieren una mayor participación en actividades físicas de carácter extraescolar acorde a su franja de edad (es decir, 60 minutos diarios de actividad física moderada a intensa).
Afirman, asimismo, que la Educación Física también cumple otros objetivos que no son únicamente los propios relacionados con la práctica de actividad física, como por ejemplo, la socialización, el fomento del trabajo cooperativo, de los hábitos saludables y la expresión corporal, entre otros. Sin embargo, recuerdan que la mejora de la condición física en la población escolar es fundamental para la salud, a corto y largo plazo, dadas las altas tasas de obesidad e inactividad física en jóvenes, que constituyen “un problema de salud pública que es preciso abordar desde las escuelas”, según afirman.

UPNA, Dpto. de Educación y Navarrabiomed participan en el primer observatorio de actividad física de niños y niñas de 3-6 años de Navarra

Un grupo de investigadores de la Universidad Pública de Navarra (UPNA), Navarrabiomed y el Departamento de Educación del Gobierno de Navarra han tomado parte, a través de un proyecto de investigación financiado con 10.000 euros por el Departamento de Educación del Gobierno de Navarra, en la creación del primer Observatorio de Actividad Física de Niños de entre 3 y 6 años en la Comunidad Foral. En concreto, el grupo está formado por Alicia Alonso, Mikel Izquierdo y Alazne Antón (todos ellos, de la UPNA), Antonio García-Hermoso y Robinson Ramírez-Vélez (Navarrabiomed), además de Berta Villoslada y Berta Echavarri (CIP FP Lumbier- Departamento de Educación Gobierno de Navarra).
El objetivo del observatorio es favorecer el incremento en la práctica de actividad física del alumnado escolar, para que reduzcan el tiempo de uso de dispositivos con pantallas y descansen lo suficiente para su edad, ya que está demostrado que la adquisición de hábitos saludables en la infancia es crucial para la prevención de enfermedades cardiovasculares en un futuro. Para ello, se van realizar una serie de evaluaciones dirigidas a alumnado de centros educativos de Navarra (y sus familias) con el fin de evaluar su condición física y tiempos de descanso para, posteriormente, analizarlos con ellos en los colegios. Las evaluaciones comprenden pruebas físicas (test de salto a pies juntos, test de velocidad-agilidad), análisis de la composición corporal (mediciones de cintura, % grasa, e índice de masas corporal) y el uso de dispositivos electrónicos personales para medir intensidad de las actividades cotidianas realizadas y los tiempos de descanso y sueño. Además de ello, se va a estudiar la relación entre condición física y rendimiento académico.
El estudio va a comenzar en el colegio Santa María la Real - Maristas Pamplona en este mes de octubre, para continuar con el Colegio Público San Juan de la Cadena. El proyecto se completará con una formación específica y docente, en el CIP F.P. Lumbier. Sus 80 alumnos/as de los ciclos formativos de grado superior se formarán como evaluadores y todo ello, se integrará en el módulo “Valoración de la condición física e intervención en accidentes”.
Por otro lado, se involucrará al profesorado de los centros educativos en los procesos de medición con la finalidad de introducir en los colegios nuevas tendencias, metodologías y fórmulas para la evaluación de la salud del alumnado. “Sus resultados podrían ayudar a entender las posibles ganancias de peso y los perores resultados escolares en escolares con bajos nivel de actividad física”, aseguran los autores del estudio.
La infancia, período crítico para adoptar hábitos saludables
Tal y como explican los investigadores, “la primera infancia es un período crítico para el desarrollo físico, social y cognitivo y para establecer patrones de comportamiento saludables, que pueden persistir en la infancia y en la edad adulta”. Los estudios constatan que “la participación regular en actividades físicas en niños en edad preescolar es vital para el crecimiento y desarrollo normal, proporcionando beneficios inmediatos y a largo plazo para el bienestar físico y psicológico”, concretan. “Sin embargo, la evidencia para este grupo de edad sigue siendo relativamente pequeña en comparación con la existente en población de niños y adolescentes (6-17 años)”, explican.
En este sentido, cabe destacar que, recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado las recomendaciones de actividad física, conducta sedentaria (tiempo de pantalla) y sueño en población preescolar menor a 5 años. Concretamente, en niños y niñas de 3 a 5 años, se recomienda realizar al menos 180 minutos de actividad física, de los cuales 60 minutos deben ser de intensidad moderada a vigorosa. “Sin embargo, a pesar de los beneficios saludables de la práctica regular de actividad física anteriormente comentados, muchos niños en edad preescolar no cumplen con las recomendaciones al respecto”, aseguran los autores del estudio, y precisamente, el observatorio va en consonancia de ofrecer mejores resultados en estas materias.


Navarrabiomed-Centro de Investigación Biomédica
Hospital Universitario de Navarra, edificio de investigación.
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